jueves, 18 de abril de 2013

Bolillo, más corazón que táctica

Foto tomada de: http://www.dimoficial.com/
Cuando nombraron a Hernán Gómez como técnico del DIM, la hinchada se emocionó y se ilusionó. Llegaban nuevos aires, Ciro salía de la presidencia del equipo y la fe volvia a renacer. Me acuerdo del debut del Bolillo contra Santa Fe, un pálido empate y el equipo no mostró mejoría. Luego visitó al Huila y el Medellín perdió, ese día el Bolillo aseguró que nunca había dirigido un equipo tan malo. Los resultados en el semestre 2012-1 fueron perversos, pero la hinchada y los medios no se desesperaron porque todos tenían fe.

Para el segundo semestre del 2012 el Medellín contrató 14 jugadores, todos con el aval del técnico.  Primer partido contra el Pasto y el equipo ganó 2-0, la alegría volvia a la tribuna y nadie dudaba de la capacidad del Bolillo. Luego empezó una persecución de los árbitros hacia el equipo. La mano del Huila que no fue sancionada, la supuesta mano de Arias frente a Nacional que significó el empate en el último minuto, la sanción indiscriminada contra el Bolillo y el presidente Julio Roberto Gómez.

A pesar de no tener una nómina competitiva y demostrar un juego mezquino, apatico y defensivo, el equipo logró llegar a la final, la jugó mano a mano y perdió desde el punto de penal.

Para el 2013-1 el equipo contrató a nueve jugadores, solo uno de ellos es titular, se esperaba que el equipo mejorará en la forma de jugar, el hincha se ilusionaba con un equipo que organizado, con entrega, que diera espectáculo, pero pasó todo lo contrario, el equipo siguió mostrando su juego defensivo y tacaño con la diferencia que esta vez no se conseguirían los resultados. De 33 puntos disputados solo consiguió 9, marcando 8 goles en 11 partidos y recibiendo 11.

El Bolillo estaba ciego por su terquedad. Insistió con jugadores que no deberían jugar en una plantilla profesional. William Zapata jugador fundamental en el 2012, no demostró ninguna actitud para jugar, la insistencia con Felipe Pardo, Cristian Restrepo, John Viáfara, jugar con un solo delantero, improvisar con un lateral derecho y otros tantos errores.

En el último partido del Bolillo -que le costo su salida- presentó un equipo con 3 centrales, 3 volantes de recuperación y un solo delantero, además, William Zapata fue titular. En el segundo tiempo y perdiendo 2-0, el técnico realizó tres cambios de forma irresponsable, el equipo mejoró un poco pero no fue suficiente y al final se perdió 3-2, dejando al equipo en la última posición en la tabla del descenso, motivo suficiente para que las directivas del DIM tomaran la decisión de apartarlo del cargo junto con su equipo de trabajo.

El legado del Bolillo fue poco, dejo un equipo con la moral abajo, una hinchada desmoronada y con el nombre de la institución por el suelo. 

Ahora solo queda mirar el futuro, sumar todos los puntos que se puedan en las últimas fechas y jugar un segundo semestre a muerte. 






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